Fundación Esperanza y Alegría, cuando los pozos perforados de agua mejoran la calidad de vida de las personas
La Fundación Esperanza y Alegría tiene su origen en la Madre Teresa de Calcuta, que fue inspiración e impulsó a su fundadora, María Moreno, a ayudar a la población más desfavorecida de India en temas de educación, salud, agua e inclusión social. Desde que empezaron a trabajar en 2001 son muchas las personas que se han sumado a la iniciativa como colaboradores y como voluntarios, y hasta un cuarto de millón los que se han beneficiado de sus acciones.
Para AUARA la Fundación Esperanza y Alegría son nuestro partner de referencia en esa zona, ya que gracias a ellos hemos desarrollado hasta la fecha 20 proyectos, en este caso siempre relacionados con nuestra misión de llevar agua allí donde se necesita, para la construcción de pozos que alivien la necesidad de personas vulnerables, tanto en pueblos, como en escuelas o centros sanitarios. Hoy conversamos con Father John, responsable de proyectos de la Fundación Esperanza y Alegría en el Estado de Tamil Nadu, para conocer más sobre el trabajo en terreno que realizan:
¿Cómo es la situación actual en India en cuanto al agua?
La región de Tamil Nadu se enfrenta a una de sus peores crisis de agua de las últimas décadas. Hogares, fábricas, instituciones educativas y hoteles están luchando por conseguir agua para su uso diario. Además, hay poca probabilidad de lluvias monzónicas en el corto plazo y el gobierno estatal está sometido a una gran presión para asegurar el suministro.
¿Cómo se ha llegado a este punto?
Entendemos que la crisis del agua se produce cuando la cantidad de agua potable es menor que la demanda en esa región, y en este caso, se ha ejercido una creciente presión sobre las fuentes de agua debido al aumento de la población. A esto se une el cambio climático, ya que la alteración en las temperaturas hace que se provoquen más sequías e inundaciones. Además, la contaminación juega un importante papel que por supuesto incide también en la calidad del agua y en su falta de calidad.
¿Cuáles son los principales problemas que esto provoca?
La salud es lo más obvio: la falta de saneamientos adecuados supone un problema para 2,4 miles de millones de personas, ya que puede causar enfermedades diarreicas mortales, como el cólera y fiebre tifoidea y otras enfermedades transmitidas por el agua. Pero también es muy importante el problema económico, ya que al secarse las fuentes de agua, las comunidades no pueden obtener suficiente agua para beber, lavar o alimentar los cultivos, haciendo aumentar la posibilidad de una crisis.
¿Cómo ayuda la Fundación Esperanza y Alegría en esta situación?
Nuestra misión es ofrecer ayuda en diferentes ámbitos a las personas que lo necesitan. En este caso, ayudarles a obtener el agua necesaria para beber y mantener una higiene correcta y que esto no sea un problema más en sus vidas. Muchos de nuestros proyectos consisten en la perforación de pozos de perforación profunda -más seguros frente a la posible contaminación del agua- en escuelas, lugares de culto y centros comunitarios, que facilitan el suministro de agua potable para beber y para uso doméstico a familias con niños, estudiantes de las escuelas o fieles locales.
¿Cómo puede un pozo cambiar la vida de las personas?
La calidad del agua subterránea proveniente de estos pozos previene el contagio de enfermedades tales como la fiebre, tifoidea, diarrea, disentería, etc. De ahí que la asistencia de los niños a las escuelas mejore e indirectamente afecte su desempeño y rendimiento académico. Además, debido a la disponibilidad adecuada de agua en los campus de escuelas e iglesias se han podido plantar árboles jóvenes y protegerlos, lo que ha generado un gran interés y entusiasmo en los niños y los docentes.
