En AUARA estamos muy orgullosos de haber formado un gran equipo más allá de las pequeñas fronteras de nuestra empresa social. Nos referimos a nuestros colaboradores en terreno, a los que preferimos llamar ‘contrapartes’, pues son la clave necesaria para equilibrar nuestra balanza. Además, son nuestros ojos y nuestros oídos allí, nos alertan de dónde es más necesaria nuestra aportación, y nos ayudan a hacer realidad los proyectos de abastecimiento de agua potable para que se ejecuten de forma práctica y sean sostenibles en el tiempo.
Siempre elegimos a socios locales que lleven más de dos años trabajando sobre el terreno y conozcan bien a la población local y sus necesidades. Uno de ellos es la Fundación Esperanza y Alegría, que lleva casi dos décadas en India, y con quienes hemos realizado ya 20 proyectos de canalización, potabilización y almacenamiento de agua.
Su principal ámbito de trabajo es la educación, pero, en su interés por llevarla lo más lejos posible, realiza también proyectos en otros ámbitos necesarios para garantizarla, como la construcción y mantenimiento de infraestructuras sociales, sanidad, seguridad alimentaria y agua.
Para que podáis conocer mejor la actividad que llevan a cabo, hemos hablado con Clara, responsable de comunicación y marketing de la Fundación:
¿Desde cuándo trabajáis en India y por qué este país?
El hecho de que nuestra labor se desarrolle principalmente en la India está muy ligado a la creación de la Fundación. En el año 2000 nuestra presidenta, María Moreno, recibió una carta del hermano Gastón Dayanand, amigo de la Madre Teresa de Calcuta y dedicado desde hace más de 50 años a ayudar a las personas más desfavorecidas en esta ciudad. En ella le informaba de las graves inundaciones que estaban teniendo lugar en el Delta del Ganges y su desesperación al encontrarse solo, recogiendo en el río los cuerpos de las víctimas, la mayoría de la casta de los dalits, los intocables. Este fue un hecho decisivo para que se creara la Fundación, y desde entonces no hemos dejado de colaborar en India.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan las comunidades desfavorecidas?
Las comunidades más desfavorecidas en India se enfrentan a problemas de primera necesidad. En muchas ocasiones se encuentran ante la vulneración de los derechos esenciales: no tienen acceso a alimentos, agua potable, sanidad ni educación.
¿Cuántos proyectos habéis realizado hasta la fecha y de qué tipo?
Trabajamos por el desarrollo de las personas más pobres y vulnerables principalmente con proyectos de educación, salud, agua y saneamiento, y a lo largo de nuestra historia hemos beneficiado a millones de personas. Atendemos a cientos diariamente en nuestros dispensarios y en el Barco Hospital. Además, con la colaboración de empresas como AUARA hemos cambiado la vida de miles de personas que no tenían acceso a un suministro seguro de agua potable.
¿Cómo afecta la falta de agua o su insalubridad?
Que una comunidad no tenga acceso a agua potable en cantidad y calidad suficientes, acarrea graves perjuicios de un punto de vista social, económico y, sobre todo, sanitario, siendo este el desencadenante de infecciones y numerosas enfermedades.
¿Cómo surge vuestra colaboración con AUARA?
A través de Pablo Urbano, amigo y voluntario de la Fundación. Hace ya tres años que unimos fuerzas con AUARA y, desde entonces, hemos construido 20 pozos para proveer de agua potable a personas en situación de vulnerabilidad en el Estado de Tamil Nadu, en India, beneficiando de manera directa a 23.000 personas.
¿Qué destacarías de la labor de AUARA?
Su compromiso, su solidaridad, sus ganas de hacer bien las cosas y de llevar a los más necesitados “vida”, ya que el agua es un recurso esencial para nuestra existencia.
¿Qué es lo más bonito de vuestro trabajo?
Saber que, mediante pequeños gestos, conseguimos grandes logros que ayudan a cambiar la vida las personas.
¿Qué dirías a todas las personas que aún no colaboran con una causa solidaria para animarles a hacerlo?
Les diría que toda ayuda, por pequeña que sea, cuenta. Y que piensen que con ese gesto (donativos, voluntariado, trabajo pro bono, compromiso…) pueden ayudar a cambiar vidas de personas que no son tan afortunadas como ellos. Creemos que todos tenemos un compromiso con los que nos necesitan, y que un pequeño gesto basta para cambiar vidas.
Desde este post, el reconocimiento de todo el equipo de AUARA a vuestra increíble labor. Gracias por inspirarnos y por ayudarnos a hacer de este mundo un lugar mejor.