¡Seamos la primera generación en conseguir que todo niño vaya a la escuela!

noviembre 16, 2016

¡Seamos la primera generación en conseguir que todo niño vaya a la escuela!

La matriculación en la escuela primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, aunque todavía hay 57 millones de niños sin escolarizar. Queda un largo camino por delante y entre todos se puede lograr que todas las personas tengan acceso a la escuela. Existen desigualdades por motivo de género que provoca que más del 60% de los jóvenes analfabetos son mujeres.

Es uno de los objetivos del Desarrollo Sostenible, el cuarto concretamente: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. La ONU sigue promoviendo, animando a las personas responsables de los diferentes gobiernos y entidades privadas a, entre todos, mejorar el acceso a los más vulnerables a una educación de calidad.

Educación infantil

Crecer en una situación de pobreza no debería afectar de ninguna manera a las oportunidades. Nacer en un país en guerra no debe minar la consecución de los sueños y todo esfuerzo merece su recompensa. Un ejemplo claro de cambio muy cercano es España, cómo ha evolucionado desde la guerra civil el acceso a la educación a través de mucho esfuerzo y enfocando como principal el problema. El 100% de los niños menores de 16 años se encuentran escolarizados, aunque hay que seguir trabajando en ello, el hecho de que el abandono temprano de la escuela es un 23% y en Europa es un 12%, la repetición de cursos es de un tercio de los alumnos antes de los 15 años es alarmante.

Una manera de cómo entre todos se puede cambiar esta situación es Soñar Despierto. Ayuda a que los niños tengan las oportunidades necesarias para conseguir su sueño, acompañan a los niños de las casas de acogida en su día a día aportándoles un apoyo familiar. Ofrecen becas a personas en riesgo de exclusión para continuar los estudios secundarios.

La educación es la llave para salir de la situación de pobreza, es la herramienta que permite una formación que permite emprender un camino de aprendizaje y valentía. Aprender un idioma abre la puerta a un mundo más conectado, expresar tus problemas y tus alegrías, permite compartir, desarrollar un negocio, ayudar a otras personas...

No es suficiente un acceso a la educación cualquiera, debe ser una educación de calidad. Es necesario unas instalaciones, personal docente adecuados. Un dato que refleja la desigualdad de entre países desarrollado y en vías de desarrollo es la diferencia de dinero que se invierte en educación:

Mientras que se invierten 400 dólares en la educación de cualquier niño africano hasta que cumple 16 años, se gastan 100.000 dólares en la educación de cualquier niño occidental.

La situación vivida en África subsahariana es dramática, más de la mitad de los niños que no están escolarizados son de esta zona, en total 28 millones. Por varios motivos, desde la falta de una escuela por el pequeño tamaño del poblado, a la necesidad de trabajar para la manutención de los miembros familiares, por tener que ir a por agua y recorrer hasta 10km lo que te hacer emplear todo el día, por eso cada caso es diferente y se debe pensar una forma de actuar correspondiente en cada contexto.

Edad Escolarización

Un camino innovador es el que sigue Auara a través de proyectos relacionados con agua en zonas de extrema pobreza ataja los problemas que surgen de la falta de agua potable como es el de la educación. Con la construcción de un pozo en un colegio o cerca de una casa permites que el niño asista al colegio en vez de tener que emplear gran parte del día en ir a por el agua al pozo que está a varios kilómetros. Es una manera indirecta para desarrollar la educación a través del agua. Convertir un acto cotidiano como beber agua, en cambiar vidas, dar educación.

Organizaciones presentes en terreno como Kubuka permiten un desarrollo de la educación, una mejor calidad. La misión de kubuka es crear un desarrollo sostenible centrándose en la educación y el emprendimiento como motor de cambio.

 

“Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución.”

Malala Yousafzai, estudiante, activista y bloguera pakistaní. Premio Nobel de la Paz 2014.