Las mujeres africanas son piezas clave en todos los aspectos de la realidad social, económica y cultural de sus países, su participación en el desarrollo ha permanecido ampliamente invisible.
En África, como en el resto del mundo, las mujeres son agentes centrales del desarrollo, en primer lugar simplemente porque representan cerca del 40% de la fuerza laboral. Una cifra que se puede incluso considerar como infravalorada, una parte de su trabajo, aunque productivo, permanece invisible en las estadísticas oficiales al no estar remunerado.
Además, está hoy en día más que probado que son las mujeres, con su trabajo formal y sobretodo informal, las que más producen y las que mantienen a las familias y las comunidades. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en todos los países del mundo las economías crecen cuando el número de mujeres ocupadas aumenta.
En el sector agrícola, su contribución es aún más importante, las mujeres son el 60% de la fuerza laboral y producen el 80% de la alimentación según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Es decir que, en sociedades ampliamente dependientes de la producción agrícola nacional, las mujeres tienen un papel clave en el desarrollo económico local y la seguridad alimentaria. A pesar de que se brinde poca visibilidad y reconocimiento a esta contribución en los datos oficiales.
A pesar de ello, según las Naciones Unidas, el 70% de los pobres del mundo siguen siendo mujeres. La razón, a pesar del trabajo realizado a diario por las mujeres en el mundo, se encuentra en mecanismos fuertemente arraigados de discriminación social que dificultan y limitan el acceso a la propiedad, al crédito y al empleo de calidad y que consiguen anular los efectos beneficiosos que podrían tener estas capacidades.
Un objetivo primordial para el desarrollo de la mujer es mejorar el acceso al agua potable. Las mujeres son casi siempre las usuarias primarias, las que consiguen y gestionan el agua que se utiliza en los hogares y son además las que tienen a su cargo la atención a la higiene familiar.