Nadie cuestiona hoy en día la importancia que tiene el papel de la mujer en la sociedad, pero si acudimos a los orígenes de la celebración del Día Internacional de la Mujer, a principios del siglo XX con los primeros movimientos feministas que reclamaban unas condiciones laborales dignas -como el de la manifestación del 8 de marzo de 1908 en Nueva York, en el que 15.000 mujeres salieron a la calle para protestar por sus condiciones laborales- podemos observar que las reivindicaciones siguen siendo necesarias, dependiendo del desarrollo económico de los países o de si cuentan con democracias plenas. No fue hasta el 8 de marzo de 1977 cuando se empezó a celebrar el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo para reclamar los mismos derechos y libertades de las mujeres, bajo el prisma de la igualdad de oportunidades.
Potenciar la igualdad de género sigue siendo en la actualidad uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI. Y es un objetivo pendiente de conseguir a tenor de los datos. Según la ONU, las mujeres ostentan cerca del 21% de los cargos ministeriales a escala mundial y sólo hay 22 países que estén dirigidos por una mujer. Y todo pese a que, según un estudio del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) y el Foro Económico Mundial (WEF), durante la pandemia, aquellos países dirigidos por mujeres la abordaron “sistemática y significativamente mejor” que aquellos donde no estaban al frente.
Y los pronósticos no son alentadores: al ritmo actual, tardaremos 130 años, hasta 2150, en conseguir la igualdad de género en las jefaturas de gobierno a nivel mundial, según Naciones Unidas, que nos recuerda que la brecha salarial de género es otra demanda global cuando: las mujeres siguen cobrando un 23% menos que los hombres. En España, la diferencia roza el 12%, según datos de la Comisión Europea.
Mientras se va avanzando en la igualdad de género y oportunidades para combatir las diferentes brechas sociales, las mujeres siguen dando ejemplo en la ayuda hacia los demás. Como sucede en España, por primera vez, el 53% de las 223 ONG Acreditadas por Fundación Lealtad están dirigidas por mujeres. Por eso nos gustaría destacar la labor que desarrollan algunas de ellas para mejorar la vida de las mujeres y luchar contra la desigualdad. Os acercamos algunos ejemplos.
Son sólo algunos de los múltiples ejemplos de mujeres que lideran proyectos sociales por el “simple” hecho de ayudar a los demás y tratar de mejorar el mundo y recortar las desigualdades. Al menos es lo que refleja una encuesta de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU hecha a 1.000 mujeres que trabajan en el sector en 115 países, cuya respuesta mayoritaria fue su deseo de contribuir a la humanidad como principal motivo de su trabajo y su empeño diarios.
Sabemos que no es una tarea fácil, pero desde AUARA estamos convencidos que apoyando y reconociendo el trabajo de las mujeres en materia de ayuda y cooperación internacional el mundo mejora. Como ha mejorado la vida de las 42.349 mujeres que tienen acceso a agua potable, lo que les permite que puedan tener un empleo, además de mejorar la salud de toda la familia, gracias a los 124 proyectos que hemos desarrollado en 19 países del mundo junto a nuestros socios y empresas y organizaciones que han confiado en nuestra empresa social.