El agua como motor hacia una Justicia Social real

febrero 22, 2022

El agua como motor hacia una Justicia Social real

El pasado 20 de febrero se ha conmemorado el Día Mundial de la Justicia Social. Una fecha que invita a la reflexión y a recordar que se trata de un derecho, basado en la equidad para que todas las personas puedan tener las mismas oportunidades y puedan desarrollar al máximo su potencial. 

Según Naciones Unidas, más de 1.600 millones de personas en el mundo viven sin las condiciones básicas adecuadas. Esto supone no solo que no cuentan con una vivienda digna sino que, si la tienen, les falta el acceso a derechos tan básicos como al agua potable o a sistemas de saneamiento. Cada día podemos observar las consecuencias negativas que genera la ausencia de estas necesidades básicas: conflictos, pobreza o discriminación (por la falta de desarrollo del potencial de las personas sin una igualdad real). Y esto es algo que podemos cambiar, tal y como nos hemos propuesto en AUARA desde nuestros comienzos.

El crecimiento de la población, el desarrollo económico y el avance del cambio climático son factores que dificultan el objetivo de conseguir una justicia social real en todo el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los recursos de agua dulce que hay disponibles por persona se han reducido más de un 20% en las últimas dos décadas y la falta de agua potable afecta a 700 millones de personas.

Gracias a nuestros proyectos repartidos en 19 países, hemos conseguido que más de 85.000 personas pueden tener acceso a esa agua potable, imprescindible para la vida y que además supone mejorar la calidad de vida en otros aspectos, como sucede en África:

  • Permite el acceso a la higiene y el saneamiento: Sólo el 58% de los africanos viven a menos de media hora andando de una fuente de agua potable y sólo 3 de cada 10 tiene acceso a una instalación de aseo básica, según Unicef.
  • Reduce las hambrunas y la mortalidad infantil: La diarrea es la tercera causa de muerte de niños, tras la neumonía y el paludismo, provocando más de 700.000 de las 4,4 millones de muertes infantiles en el continente cada año. Además deja a millones de niños y niñas en la malnutrición, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
  • Reduce enfermedades: un aspecto que hay que tener muy en cuenta ya que más del 50% de la carga de atención médica en el continente está asociada a la falta de acceso al agua potable.
  • Potencia la escolarización infantil: En 2019, sólo hubo un 21% de escolarización en el África Subsahariana y un 41% en el norte de África, según la Unesco, y en parte se debe a que los niños son también los encargados de ir a buscar agua para su familia.
  • Ayuda a la fomentar la independencia de las mujeres: son las que cargan principalmente con la tarea de recoger agua como proveedoras y administradoras de la misma en sus casas. El hecho de tenerla más cerca las ayuda a poder desarrollarse como mujeres.

Este año esperamos poder seguir desarrollando los proyectos que tenemos en marcha en 19 países para avanzar en la búsqueda de una justicia social real, cuya conmemoración como “Día Mundial” estamos convencidos de que supone una oportunidad para sensibilizar a la población sobre este asunto.

Al igual que Naciones Unidas, desde AUARA consideramos que cuando hablamos de justicia social, estamos hablando de un principio fundamental para una convivencia pacífica y próspera entre países, además de para mantener la paz y la seguridad a nivel internacional, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.