España es el cuarto país de la UE en producción de agua mineral (por detrás de Alemania, Italia y Francia), y el tercero en consumo. Somos referencia en esta materia y así lo atestiguan los 1.200 millones de euros de facturación de este sector. ¡Y creciendo! Aunque quizá pueda sorprender, las aguas envasadas suponen un 45% del volumen total en litros de bebidas envasadas.
Por eso hemos querido hacer un pequeño repaso sobre el concepto e historia del agua embotellada. Son, sobre todo, aguas minerales naturales, como la de AUARA, pero también hay una pequeña cantidad de aguas preparadas. Y esto, ¿qué significa? Digamos que el agua para consumo humano puede clasificarse en agua del grifo y agua embotellada. Y esta última, en agua mineral natural y agua preparada.
Tanto las aguas ‘del grifo’ como las preparadas pasan por procesos químicos, de potabilización o desinfectado de distinta índole. Son, por supuesto, seguras y aptas para el consumo humano (muchas veces gracias a estos procesos), pero su composición y su sabor no tienen por qué ser constantes, y pueden variar según haya habido más o menos lluvias, por ejemplo
El agua mineral natural, por su parte, se considera un producto alimentario que está vigilado y regulado por las autoridades sanitarias correspondientes para que conserve sus características. Se trata de aguas que proceden de yacimientos subterráneos -por tanto protegidos de cualquier contaminación externa- y que no pasan por ningún tratamiento químico para su consumo. Es por ello que han de ser recogidas y envasadas a pie de manantial, lo que protege su pureza, composición de minerales y propiedades saludables que son, siempre, los mismos y han de estar especificados en la etiqueta.
SEGÚN ANEABE (Asociación de Aguas Minerales de España), las características principales del agua mineral natural son las siguientes:
En España destacan muchas provincias, por sus aguas, como Gerona, Granada, Valencia, León, Mallorca o Gran Canaria, todas ellas con siete o más plantas reconocidas por la UE. La mayoría de ellas están ubicadas en parques naturales o zonas de montaña donde, por sus características climatológicas, buena parte de la precipitación es en forma de nieve, lo que permite que el agua se filtre lentamente hacia el subsuelo. El agua de AUARA, en concreto, procede del manantial Carrizal II, en León, y entre esas características constantes que detenta se encuentran las de ser alcalina, de mineralización débil, recomendada por expertos para la elaboración de alimentos infantiles, e indicada para dietas pobres en sal.
Tradición y bienestar
El uso de aguas minerales no es algo nuevo. Ya el prestigioso precursor de la medicina Hipócrates habló varios siglos antes de Cristo de sus beneficios. Y poco más tarde, en el Imperio Romano, se popularizó su utilización, tanto para el exterior (baños termales) como para el interior (en forma de bebida). Desde entonces hasta ahora, los balnearios son algo común en Europa, y el deseo de llevarse a casa un poco de esas aguas beneficiosas es lo que hizo que se empezaran a envasar y comercializar, primero solo en farmacias, y ya en la década de los sesenta, en los supermercados al alcance de todos.
Es cierto que fue entonces cuando aparecieron los primeros ‘efectos negativos’ de este sector: la cantidad de residuos producidos por un envasado masivo en plásticos no reciclables. Es por eso que desde AUARA hemos investigado para tratar de paliar el problema utilizando el sistema de distribución más eficiente: plástico PET 100% reciclado y reciclable -y hemos de reconocer que en buena parte de la industria están avanzando mucho en este sentido-.
Beber agua nunca fue un lujo, sino un regalo de la naturaleza, y así pretendemos que siga siendo.