Los ingenieros son aquellos que hacen realidad lo que otros imaginan. Su misión, su pasión, es diseñar y construir todo tipo de máquinas, objetos, puentes, ¡tecnologías!, que ayuden a solucionar un problema. Y problemas en el mundo, desgraciadamente, hay muchos, por eso su labor es tan importante. Este año 2020 es el primero que se celebra el Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, fijado el 4 de marzo por la UNESCO en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El objetivo es dar impulso y visibilidad a todos aquellos proyectos de ingeniería y tecnología que sirven para alcanzar las diferentes metas de los ODS, con el agua como una de las materias centrales.
Desde los primeros pozos -los más antiguos encontrados son los de Siria y Chipre y tienen nueve y diez mil años, respectivamente-, esta ‘ingeniería’ para conseguir agua ha cambiado poco, aunque se ha avanzado mucho en sistemas de perforación, identificación de bolsas de agua y potabilización. Ingenieros de todos los países y de todas las épocas se han preocupado por desarrollar soluciones para el filtrado, el bombeo de agua o las canalizaciones desde lugares remotos. Aquí os dejamos algunas innovaciones más recientes donde las mentes más creativas han encontrado distintas formas de llevar agua allí donde más se necesita con aliados tan creativos como estos:
El sol
Gracias a SOURCE, los ‘hidropanelesTM’ solares desarrollados por la compañía Zero Mass Water, es posible transformar energía solar en agua de una manera totalmente sostenible y revolucionaria. Dependiendo del clima, estos paneles pueden generar hasta cinco litros de agua al día, y tienen una vida útil de 15 años.
Agua sucia
El proyecto SunSpring Hybrid, de Innovative Water Technologies, está pensado para filtrar aguas sucias y convertirlas agua potable. Un sistema que utiliza energía solar y eólica y es capaz de potabilizar hasta 20.000 litros de agua diarios.
La niebla
La ONG Dar Si Hmad ha logrado ‘cosechar’ la niebla para convertirla en agua en lugares donde los suministros subterráneos han sido esquilmados, como la región Sidi Ifni de Marruecos. Para ello utilizan un complejo sistema de redes, filtrado y canalización que da servicio a más de 400 personas, y que está siendo replicado en otros lugares del mundo como Perú, Ghana o California.
El mar
Aunque es por todos sabido que el agua del mar no es apta para el consumo por la gran cantidad de sal que contiene, desalinizarla ha sido desde hace muchos años un campo de investigación interesante. En lugares como Israel, con un enorme territorio desértico, han avanzado en esta materia desde los años 60, y hoy cerca del 60% del agua en los hogares procede del mar.
Un libro
El Drinkable BookTM es, literalmente, un libro que sirve para beber. No solo contiene información sobre aguas seguras y educación higiénica y sanitaria, sino que cada una de sus páginas es un filtro que puede utilizarse para purificar agua y reducir hasta el 99,9% de las bacterias que pueda tener. Uno solo de estos libros puede proveer de agua limpia a una persona durante cuatro años.
Pajitas
La pajita portátil de LifeStraw no necesita baterías y puede purificar hasta 18.000 litros de agua haciendo que aguas sucias se vuelvan aptas para el consumo humano.
Esperamos que este día sirva para animar a muchos más ingenieros y futuros ingenieros a seguir imaginando y creando soluciones que ayuden al planeta a ser más sostenible, y a las personas de todos los rincones a vivir un poco mejor. Como señala la propia carta de proclamación de este Día Mundial, “la ingeniería es fundamental para el progreso económico y para la puesta en práctica de nuevas tecnologías y aplicación de la ciencia, en particular para atender necesidades básicas en materia de alimentación, salud, vivienda, carreteras y transporte, agua, energía y gestión de los recursos del planeta”. Desde AUARA aplaudimos todos estos proyectos y nos sumamos a la celebración.