Vivir con el clima en contra

enero 18, 2023

Vivir con el clima en contra

Congelación, aludes y carreteras cortadas por una parte; incendios, olas de calor y, por supuesto, la temida falta de agua por otra parte. Torrentes de lluvia y nieve que sepultan pueblos y desplazan a cientos de personas de sus hogares mientras otros sufren enfermedades asociadas a la deshidratación o la falta de higiene. Decenas de vidas perdidas por estos fenómenos meteorológicos que consideramos extremos y que son una prueba más del cambio climático

El año 2022 será recordado, entre otras cosas, por fenómenos como la Tormenta Elliot en Estados Unidos, que han cubierto de nieve y temperaturas gélidas (de hasta 45 grados bajo cero) zonas del mundo no tan habituadas a ellas. También por las altas temperaturas ‘asesinas’ que se han hecho más frecuentes que nunca y han asolado lugares como Japón -con más de 15.000 hospitalizados por esta causa en junio-, o Argentina, donde se han llegado a registrar diez grados por encima de lo habitual en diciembre. Además, ha habido lluvias torrenciales donde no corresponde: en Nigeria, Níger y Chad se han registrado precipitaciones extremas e inundaciones que se han llevado por delante a más de 800 personas; mientras que el río Yangtze en China ha registrado su nivel más bajo por la falta de ellas y en Europa hemos vivido la peor sequía de los últimos 500 años. 

Todo eso, inusual en muchas zonas del mundo, forma parte de las características históricas del clima del planeta, y hay una parte de la población que ha vivido con ellas y aprendido a capearlas o, al menos, a convivir con esta meteorología adversa. Conozcamos algunos de esos lugares y cómo se enfrentan a su día a día:

  • Frío gélido: Aunque la temperatura más baja del mundo se registró en La Antártida (-93,2ºC), el lugar habitado más frío es la aldea de Oymyakon, en la región de Siberia, donde viven a una media de -62ºC. Sus apenas 500 habitantes apenas comen vegetales (el cultivo es imposible) y compran la leche en bloques sólidos, nunca líquida porque no pueden mantenerla en ese estado. El truco, según dicen, es abrigarse bien y no pasar más de 20 minutos seguidos en el exterior. Lo mismo que recomiendan en Groenlandia, Canadá o Islandia, en que sus habitantes conviven con metros de nieve armados con gruesas botas y abrigos durante la mayor parte del año.

 

  • Calor extremo: También hay humanos adaptados al calor, como los más de 100.000 habitantes de la ciudad saudí de Jizán, que soportan unas temperaturas medias de más de 40ºC casi todos los días del año. Lo mismo sucede en Karachi (Pakistán) o muchas zonas de África. Para sobrevivir a estas temperaturas es importante usar ropa fresca y mantenerse bien hidratados.

 

  • Los lugares más áridos: Sorprendentemente, encontramos de nuevo a La Antártida en el podio, en este caso, de los lugares más secos del planeta: los Valles Secos (Dry Valleys) son la única zona de la región no cubierta de hielo y allí, según los expertos, hace más de dos millones de años que no llueve. Le sigue el Desierto de Atacama, en Chile, donde apenas ha caído una gota de lluvia en las últimas décadas y hay zonas que no han recibido lluvia en más de 500 años. Si bien la mayor parte de su territorio está deshabitado, hay algunas poblaciones como Arica, que se considera el lugar habitado más seco de la tierra (apenas 0,76mm de lluvia al año). Esa sequedad afecta por supuesto a la piel y las mucosas, por lo que la hidratación tanto interior como del exterior del cuerpo son claves para mantenerse sanos.

 

  • La zona más lluviosa: Además de un calor bastante agobiante de más de 35ºC la mayor parte del año, en Bangkok destaca la extrema humedad (muchos días de hasta el 100%), propia del clima tropical monzónico. En India, Vietnam y otros lugares de Asia están acostumbrados a esta temporada de lluvias, en que puede llegar a caer agua de forma contínua y fuerte durante más de 20 días del mes. Aquí es importante recordar que unos 15 centímetros de agua ya puede hacer perder el control a un vehículo y a partir del medio metro lo arrastrará, no digamos de objetos más pequeños o las propias personas.

 

¿Se puede vivir así? La intrépida raza humana demuestra que sí, pero como hemos visto, es difícil. Según la World Weather Attribution (WWA), el cambio climático causado por la mano del hombre hará que estos fenómenos se intensifiquen y se extiendan también a otros lugares del mundo, como ya estamos viendo. Si no queremos sufrirlas o si al menos queremos paliar este efecto dominó en lo posible, pongámonos manos a la obra con la Agenda 2030 y, sobre todo, seamos conscientes de que el cambio climático es una realidad muy palpable.