Un pequeño negocio puede beneficiar al mundo

septiembre 08, 2021

Un pequeño negocio puede beneficiar al mundo

Si algo nos ha enseñado la situación del COVID-19 es a redescubrir el valor de la solidaridad. Por todo el mundo se han visto muestras desinteresadas de particulares en sus casas, sanitarios en todos los centros y a todas las horas posibles, también empresas grandes y pequeñas que han donado lo poco o mucho que tenían, que han prestado sus servicios o sus instalaciones y que, en definitiva, han arrimado el hombro.

Desde hace años, la solidaridad no es un concepto ajeno al mundo de la empresa. Afortunadamente, cada vez más forma parte de los planes estratégicos, ya sea por convicción o por imagen pública. Es una corriente imparable. De hecho, según el informe 2021 de Social Enterprise Mark, se está viendo un sentimiento general de optimismo para el futuro en las empresas en general, que apuestan por cambiar la forma en que hacen negocios, poniendo lo ‘social’ al frente y en el centro de las actividades, en la búsqueda de la recuperación de la pandemia.

Las empresas sociales conocemos bien este terreno y estamos preparadas para liderar el camino. Sabemos hacer negocios con la sostenibilidad y la solidaridad en pleno centro de nuestras actividades, y no simplemente como una respuesta a las secuelas de la pandemia. No somos empresas tradicionales ni somos ONGs, sino un buen cóctel de ambas que (esperamos) aglutina lo mejor de ambos mundos. Utilizamos nuestro modelo de negocio (uno diseñado estratégicamente con las reglas del mercado muy presentes) para crear verdadera sostenibilidad. 

Es cierto que muchas empresas grandes ya animan a sus empleados a participar en proyectos de voluntariado, propios o de terceros, organizan carreras solidarias o días de limpieza en el bosque o se alían con grandes causas (como el cáncer de mama, los refugiados o la protección de la infancia), pero tal vez hay otras más pequeñas que no tienen tan claro cómo implementar esta filosofía. Por ello hemos querido recopilar algunos consejos para que, las empresas que estén concienciadas y se planteen ser, de verdad, más sostenibles y solidarias en los próximos años, sepan por dónde empezar: 

  • Hazlo tuyo: Si no está en el ADN de la empresa las actividades  sociales o sostenibles pronto decaerán y hasta desaparecerán diluidas en el día a día. Busquemos una forma de colaborar que sea afín a nuestro producto o servicio. Nosotros, en AUARA, vendemos agua embotellada para ayudar a resolver los problemas de agua en el mundo.
  • Empieza por lo pequeño: Es mejor abordar un objetivo muy concreto, por pequeño que parezca, y que sea alcanzable. Por ejemplo, somos una empresa de comida para animales y nos proponemos que no haya ningún perro abandonado en el barrio.
  • Analiza, estudia, audita: Aunque sea una actividad ‘voluntaria’ ha de reflejarse en las cuentas de resultados y estar siempre presente en los planes de negocio, para donar o dedicar recursos en la medida de lo posible. Una empresa que no es rentable no puede ayudar a nadie.
  • Haz partícipe a toda la compañía: Cada individuo tiene algo que aporta, y puedes encontrar a muchas personas que ya eran afines a esa causa o que la descubren gracias a los planes de la empresa. La solidaridad abarca todos los estratos, y el orgullo de pertenencia a una empresa solidaria puede incluso aumentar la productividad.
  • La acción no es un adorno: Si sólo lo vas a hacer para ‘quedar bien’ mejor no lo hagas. Dedicarás tiempo y recursos pero no aportarás nada a la sociedad realmente. Si no tienes tiempo pero aun así quieres colaborar con alguna causa, mejor haz donaciones económicas a organizaciones que sí sepan cómo traducir el dinero en acciones.

Ser sostenible es positivo para el mundo y también para las empresas, ya que los consumidores reconocen estas prácticas cada vez más y ‘premian’ con su fidelidad a los negocios que las llevan a cabo frente a las que no. Y más aún en este mundo postpandemia en el que, como decíamos al principio, todos hemos visto el valor de la solidaridad.

En AUARA acabamos de renovar nuestra certificación Social Enterprise por sexto año consecutivo, y estamos orgullosos de nuestra trayectoria y, sobre todo, de cumplir nuestro propósito de ser una empresa rentable para poder llevar agua allí donde se necesita.