Ubuntu: trabajo en equipo para el bienestar global
Todavía hoy, el término ‘trabajo social’ puede resultar confuso para algunas personas. Muchas veces se confunde la tarea de estos profesionales con la que desarrollan las ONG. Y aunque trabajan por el mismo objetivo final y muchas de estas organizaciones pueden contar con trabajadores sociales en sus filas, hay diferencias.
La principal es que el trabajador social es un profesional de este campo. Se trata de personas con una fuerte vocación y compromiso, pero que además cuentan con una titulación y unos conocimientos y que han elegido esta opción laboral (y remunerada) para trabajar por el bienestar social en su sentido más amplio. Su misión, a grandes rasgos, es detectar y actuar, en nombre de la organización o institución a la que pertenece, ante situaciones sociales de conflicto o necesidad. Normalmente, no hay un área específica o empresarial para esta profesión, sino que se trata de una labor más bien transversal que puede darse en distintos terrenos.
El 16 de marzo se celebra cada año, el Día Mundial del Trabajo Social, y todavía sigue siendo un trabajo poco conocido por el gran público, por eso queremos aprovechar la efeméride para, no solo reconocer su labor, sino también darle la visibilidad que merece a esta bella profesión que nace, como tal, en el Reino Unido durante la revolución industrial. Fue en esa época cuando se empezó a ver que aumentaba la marginalidad de ciertos sectores o individuos, tanto que era necesario un cuerpo de personas formadas que atendieran a sus problemáticas y necesidades específicas. Ahí surge el Trabajo Social como carrera universitaria, con el objetivo de contar con profesionales que pudieran buscar soluciones a estos problemas y también para aprovechar las oportunidades del entorno (de cada entorno en particular) para mejorar la realidad.
Entre sus tareas se encuentran la realización de funciones diversas, desde la atención directa hasta docentes, de mediación, preventivas y de supervisión, dependiendo de cuál sea su área de actuación y su alcance geográfico. Así, un trabajador social puede dedicarse a una o varias de éstas:
- Investigar: Identificar, interpretar y plantear estrategias para resolver problemáticas sociales.
- Participar: Orientar a personas y comunidades sobre la resolución de sus conflictos y también motivar y organizar a los usuarios para la participación social.
- Planificar y diseñar actividades de participación orientados a mejorar las condiciones de vida de la comunidad o grupos sociales gracias a la colaboración de instituciones públicas o privadas
- Gestionar recursos para distribuirlos entre los usuarios finales, al mismo tiempo que articula redes con los organismos de recursos socio-económicos
El lema de su Día Mundial este año es “Ubuntu: Yo soy porque somos. Fortaleciendo la solidaridad social y la conectividad global”. Se trata de un concepto africano popularizado por Nelson Mandela que tiene que ver con el trabajo en equipo, la cooperación y la lealtad. Y nos parece perfecto porque este año, más que nunca, necesitamos el trabajo de todos y cada uno, el objetivo común de salir de esta pandemia juntos
En AUARA no somos trabajadores sociales, sino una empresa social, un concepto por supuesto muy relacionado pero no idéntico. Nuestra misión, sí, es la colaboración social, en este caso llevando agua allí donde se necesita, y lo hacemos a través de un ejercicio empresarial, por lo que nuestros conocimientos y formación están más orientados a la empresa, en hacer que funcione de manera eficiente para obtener los beneficios con los que poder realizar esos proyectos.
Pero como predica el Ubuntu, lo que importa es la colaboración y trabajar juntos. Desde aquí feliz día a todos los trabajadores sociales del mundo. Y recordad que, como afirman desde la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, “La salud económica no se puede lograr sin la salud social”.
#DíaMundialdelTrabajoSocial
