Tiempo para descansar, tiempo para ayudar

julio 05, 2023

Tiempo para descansar, tiempo para ayudar

 

Llega el verano y con él las ansiadas vacaciones. Son muchas las personas que, tal vez, piensen que pueden dedicar parte de este tiempo al voluntariado, una estancia en el extranjero donde, además de colaborar, podamos vivir una experiencia diferente sobre el terreno en campos de refugiados o en zonas más o menos remotas donde no hay agua, comida, infraestructuras o educación.

Lo cierto es que las opciones para ello son muchas, sin ir más lejos, el programa de Voluntarios de la ONU es uno de los más reconocidos y organizados del mundo. Está presente en unos 130 países, y recluta a voluntarios de todo el mundo generalmente para tareas profesionales concretas, como médicos, traductores, gestores de contenidos digitales, ingenieros especializados, etc., aunque también para misiones de paz y respuesta de ayuda urgente en catástrofes humanitarias. Por su parte, el Servicio de Voluntariado Europeo, avalado por la Unión Europea, ofrece oportunidades de voluntariado a jóvenes europeos de hasta 30 años. Sin embargo, la mayoría de estos puestos, que pueden realmente marcar una diferencia, suelen tener una duración más larga, a partir de 6 ó 12 meses.

En AUARA estamos convencidos de que cada uno de nosotros puede dedicar su tiempo a mejorar la vida de otras personas. Porque cuando cuando se voluntario ganamos todos y uno se siente reconfortado por poder ayudar. Y  aunque cuando hablamos de voluntariado la excusa más repetida suele ser ‘no tengo tiempo’, creemos firmemente en que podemos hacerlo no solo en vacaciones, sino también en nuestro día a día, unas pocas horas a la semana o una vez al mes. 

Si has decidido intentarlo pero es la primera vez que vas a hacerlo y no tienes claro qué puedes aportar y dónde, agregadores de oportunidades de voluntariado como Haces falta pueden resultar muy útiles, ya que permiten filtrar por temáticas, duración, localización, etc. Mira estos ejemplos y busca cerca de tu localidad:

  • Sensibilización y concienciación sobre una causa que nos resulte especialmente afín o que nos interese o preocupe. Un cartel en el cuarto de basuras de nuestra comunidad para animar a nuestros vecinos a reciclar, crear una campaña de firmas en una plataforma como change.org o participar activamente en manifestaciones en favor de los derechos de los refugiados, colectivos discriminados, mujeres maltratadas, etc.
  • Trabajo social en tu localidad: Los comedores sociales, los refugios, las escuelas de acogida…, en general la mayoría de estos sitios se sustentan gracias al trabajo de los voluntarios. Precisamente, en verano puede que muchos de los habituales se vayan de la ciudad y cualquier ayuda, por pequeña que sea, es bienvenida. 
  • Acompañamiento: Hay muchas personas que están solas o que no pueden hacer planes de ocio por diferentes circunstancias. Puedes ayudar con labores de acompañamiento en ocasiones puntuales o a lo largo del año a ancianos, discapacitados, niños refugiados…. 
  • España vaciada: Desde labores de acompañamiento a mayores, que viven solos y casi aislados en algunos pueblos, hasta trabajo de recuperación de edificios, jardinería o formación en habilidades digitales. En muchos casos, estas zonas están olvidadas tanto por la administración como por la sociedad, y durante los meses de verano podemos hacer mucho por paliar esa situación. Son muchos los (pequeños) centros de desarrollo rural y ayuntamientos que dependen de esta ayuda voluntaria. 
  • Bosque, playa, montaña: Seguramente también en nuestro lugar habitual de vacaciones, en la costa o la montaña, podremos echar una mano, por ejemplo, limpiando la naturaleza. Desgraciadamente, la basura es casi omnipresente en las playas y en los bosques, y suele haber organizaciones locales a las que podemos ayudar unas pocas horas cada día. 
  • Incendios: El tema de los incendios también es grave en esta época, y podemos colaborar con los servicios de protección civil, que atienden a los desalojados o bien a posteriori en tareas de limpieza y replantación de zonas quemadas.

Aprovechemos las vacaciones para pensar en ello, para dejarnos picar por el gusanillo del voluntariado y para iniciarnos en él si aún no lo hacemos. En AUARA sabemos que, una vez que empiezas, no puedes parar