Pequeñas donaciones, grandes resultados: la cara cambiante de la filantropía

octubre 26, 2016

Pequeñas donaciones, grandes resultados: la cara cambiante de la filantropía

Es difícil hacerse una idea cierta de la dimensión del tiempo, …y del dinero. Hablemos de ello. Parece una de las leyes de Murphy, pero es la Ley de Parkinson, historiador británico (1909-1993) que dijo: "el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización” o lo que es lo mismo, cuanto más tiempo dispones, más tardas en terminar la tarea, trabajar más horas no aumenta la productividad.

Con el tiempo pasa eso, la falta de tiempo nos permite no caer en distracciones y en lo innecesario para centrarnos en completar lo que es más importante.

Pero, ¿podríamos aplicar esto al dinero?

Parece que lo pudiera haber dicho Donald Trump, pero lo dijo Benjamin Franklin (1706-1790) que, aparte de ser conocido por inventar el pararrayos fue uno de los padres fundadores de los Estados Unidos: “Time is money”. O sea que asunto resuelto, lo que se aplica al tiempo puede aplicarse al dinero. A todo el mundo le gusta que le cunda el tiempo, ¿y quien no quiere que le cunda el dinero?

Apliquemos estos principios a la filantropía. Lo que donamos los españoles está en torno al 0,1 del PIB (unos 1.300 M€). Prácticamente la mitad de los donantes están en un tramo de renta entre 6.000 y 21.000€, con una media de 22€ anuales. Las donaciones no las hacen los ricos y son pequeñas cantidades.

Pudiera parecer que lo he dicho yo, y así es: tacita a tacita se construyen muchos proyectos. “El dinero es como el estiércol; no vale nada hasta que su difusión favorece el crecimiento de las plantas jóvenes” (Thornton Wilder)

En Internet podemos encontrar ejemplos de cómo con donaciones de 1.000$ se han conseguido impactos espectaculares. Se gestionan como pilotos, se consolidan o consiguen su objetivo y desaparecen, cada una cumpliendo su ciclo de vida. Donaciones que impulsan proyectos no convencionales, innovadores, con una proyección soportada por una idea no probada por la que la gente está dispuesta a apostar. Un ejemplo de organización que trabaja este interesante modelo es la Awesome Foundation, una red flexible de filántropos que ponen en común sus pequeñas donaciones para apoyarlas en sus respectivas comunidades.

El modelo es local, de base, y la intención es conectar las ideas del ciudadano medio, con el apoyo y acceso a la inversión que necesitan para ponerlos a prueba. Como comenta Natalia Martinez-Kalinina (General Manager, Cambridge Innovation Center) para los posibles donantes este tipo de estructura es permeable, fácilmente replicable y de bajo riesgo. Sin duda es muy necesaria la financiación a través de grandes donaciones para resolver problemas sistémicos y complejos, pero con su complemento. El apoyo a los “…sin fronteras” sigue siendo esencial, soportan un peso enorme del cómo el dinero hace el bien, sin estas organizaciones el mundo no sería mejor y hay que colaborar a que sean sostenibles.

Por otra parte, es fácil para las personas y organizaciones que disponen de fondos hacer una gran donación, lo difícil es conseguir con una pequeña donación un resultado extraordinario. El dinero de las donaciones va cargado de buenas intenciones, merecedoras de grandes resultados. El secreto debe estar en escoger una buena idea para donar. Ojalá que el dinero de las donaciones fluya hacia las buenas ideas.

Grandes donantes tienen contactos importantes de potenciales grandes donantes. Los pequeños donantes constituyen un ejército que dispone de muchos contactos entre los que puede haber muchos pequeños y muchos grandes donantes. Esta es una fuerza con un potencial que podría adoptar modelos como el de Awesome Foundation, unir esfuerzos para ser más eficientes compartiendo intereses. No me gusta mucho el símil, pero en ocasiones pudiera parecer una guerra de guerrillas de los donantes enfrentada a una feroz competencia por la captación de fondos por parte de las ONG´s. Todos pueden ganar si se presentan modelos de relación que colaboren a hacer bien el bien, a hacer mejor el bien.

Aprende a distinguir un proyecto con potencial, si este participa en una red con intereses y un foco común, apuesta con tu pequeña donación e interésate por los resultados.

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