Mujeres científicas que dedican su vida al agua
Hace solo 10 años que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución en la que reconocía la importancia de la presencia de las mujeres en la ciencia para conseguir la igualdad de género y su empoderamiento. Poco después, en 2015, el organismo declaraba el 11 de febrero como el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia para concienciar sobre el papel clave que representan en el ámbito científico y tecnológico.
A pesar de los avances que se han conseguido a lo largo de los años, hoy sigue siendo necesario su reconocimiento y la puesta en valor de su trabajo. En Planeta AUARA queremos destacar la labor que desempeñan algunas de ellas, centrándonos sobre todo en mujeres poco conocidas para la mayoría de las personas, pero cuyo trabajo es fundamental en la transformación de la sociedad y del planeta y está directamente vinculado con el agua.
Hipatia de Alejandría: nos remontamos al siglo IV para hablar de esta mujer matemática, astrónoma y filósofa y una de las científicas más importantes de la Historia. Su interés por la ciencia la llevó a escribir numerosas obras sobre álgebra y geometría, pero también al diseño de varios instrumentos científicos, como un astrolabio plano, y al desarrollo de un aparato para destilar agua, un instrumento para medir el nivel de la misma y un hidrómetro graduado de latón para especificar la densidad de los líquidos (precursor del aerómetro).
Mira Petrovic: sus investigaciones pretenden dar respuesta a los retos relacionados con la calidad del agua, sobre todo en el ámbito mediterráneo. Actualmente, esta investigadora bosnia trabaja en el Instituto Catalán de Investigación del Agua, donde analiza el comportamiento de los contaminantes orgánicos emergentes en tratamientos de agua residual y potable. Recientemente, ha sido reconocida como una de las mejores investigadoras del mundo por la plataforma académica líder para investigadores Research.com.
Cristina Romera: sus investigaciones han sido reconocidas en los Premios L’Oréal-UNESCO “La Mujer y la Ciencia” en 2022 en la categoría de Talento Emergente, que pretende dar visibilidad a las jóvenes científicas más prometedoras. Romera (España) estudia nuevas formas de degradación del plástico marino en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, en Barcelona. El objetivo es descubrir qué bacterias degradan el carbono liberado por el plástico vertido al mar.
Amber Jackson y Emily Callahan: estas científicas estadounidenses son fundadoras de Blue Latitudes, una de las consultoras medioambientales más importantes a nivel mundial con la que han conseguido convertir su pasión por el mar en su profesión. Expertas en Oceanografía y Biología Marina, su principal tarea consiste en convertir las plataformas petrolíferas en arrecifes artificiales para evitar la contaminación del fondo marino a través de una alternativa sostenible.
Sara Purca: la pasión por la ciencia le viene desde los 14 años, cuando esta científica peruana comenzó a investigar los cambios en los océanos y sus especies. Recorre las costas de Perú para observar las consecuencias del cambio climático en los océanos y sus especies e intentar buscar soluciones. Para Purca, todos los reconocimientos conseguidos como mujer científica suponen una gran responsabilidad por mostrar a las futuras generaciones el sacrificio y los obstáculos y estigmas sociales que todavía hay que superar.
Marcia Barbosa: esta física brasileña dirige desde 2008 el Instituto de Física de la Universidad Federal de Río Grande del Sur. En 2013, recibió el Premio L’Oreal-Unesco “La Mujer y la Ciencia” por el descubrimiento de una anomalía del agua que podría permitir conocer cómo ocurren los terremotos y también cómo se repliegan las proteínas, proceso clave para el tratamiento de enfermedades. Es una apasionada del agua.
Estas seis científicas son un referente para todos gracias a su tesón y a que han podido tener acceso a la educación. Del mismo modo, son una inspiración las niñas y jóvenes que quieren estudiar para mejorar sus vidas, a pesar de las dificultades sociales de su entorno. En AUARA hemos comprobado, a través de nuestros 130 proyectos realizados hasta la fecha para llevar agua allí donde se necesita, que tener acceso a agua potable permite a las niñas que viven en condiciones de extrema pobreza, poder estudiar y aspirar a una vida mejor. Por eso seguiremos trabajando en estos proyectos que les ofrecen la posibilidad de un futuro mejor.
