Los problemas del mundo: ni truco ni trato

octubre 28, 2020

Los problemas del mundo: ni truco ni trato

La celebración de Halloween tiene su origen en la cultura celta, que celebraba el fin del verano y de las cosechas la víspera del día de todos los santos, muy cercano al solsticio de otoño. Es una noche, además, en que se creía (se cree) que los muertos caminaban entre los vivos, por lo que siempre ha sido el momento perfecto para comunicarse con ellos y para guiarles en su camino con velas encendidas en las ventanas. En Latinoamérica, más concretamente en México, la tradición del Día de los Muertos es una gran celebración de la vida y de recordar a los que ya no están, en Estados Unidos y Europa se ha convertido más bien en una gran fiesta de disfraces donde comer golosinas y ver películas de miedo. También a algunas zonas de África ha llegado esta tradición que, aunque tiene una raíz puramente occidental, a veces se ‘viste’ de las tradiciones locales, con sus propios monstruos y prácticas como vestir, literalmente, los huesos de los muertos para bailar con ellos. 

En AUARA no tememos a la noche de Halloween, ni a fantasmas o monstruos, porque hay cosas que nos dan mucho más miedo y que son bien reales, aquí y ahora. Cosas como la falta de agua en el mundo, el hambre, el deshielo de los polos, la desigualdad, los conflictos armados… Aquí os dejamos algunos de nuestros temores y os invitamos a reflexionar sobre ellos:

  • Agua: La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial, y tres de cada diez personas no tienen acceso a servicios de agua potable seguros. La OMS calcula que más de la mitad de la población (4.200 millones nada más y nada menos) no cuenta con servicios de saneamiento seguros, y son más de 200 millones los que dedican más de 30 minutos cada día a desplazarse (muchas veces sufriendo ataques de animales, violaciones y un sol abrasador) para recoger agua para su comunidad. Además, según Naciones Unidas, los humanos estamos contaminando el agua más rápido de lo que la naturaleza puede reciclarla y purificarla en ríos y lagos. Si unimos esto al aumento de la población mundial, la demanda de agua limpia seguirá creciendo en el mundo. 
  • Pobreza: Más de 700 millones de personas (el 10% de la población mundial) viven en situación de extrema pobreza actualmente, gran parte de ellos en el África Subsahariana. La pandemia mundial del COVID-19 no está ayudando a mejorar la situación, y sus secuelas, tanto sanitarias como económicas, podrían llevar a 500 millones de personas más a la pobreza. 
  • Hambre: Sigue aumentando y según las últimas estimaciones, en 2030 serán más de 840 millones de personas las que la padezcan en el mundo. Queda lejos el cumplimiento del ODS2 de hambre cero.
  • Desperdicio: Al mismo tiempo, 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician cada año, ya sea en contenedores de minoristas o por malas prácticas en transporte o cosechas. También en nuestras casas. 
  • Educación: Uno de cada cinco niños del mundo, según cifras de 2018, no va a la escuela. De nuevo, la pandemia está agravando este problema y multiplicando las cifras por los confinamientos y cierres de colegios (sin posibilidad de enseñanza a distancia por falta de recursos tecnológicos en muchos casos).
  • Desigualdad: Actualmente, los hombres siguen ganando un 12,5% más que las mujeres en 40 de los 45 países de los que se tienen datos y es previsible que en aquellos de los que no tenemos referencias, la situación sea aún peor.
  • Contaminación: Más de la mitad de la población urbana mundial ha estado expuesta a niveles de contaminación del aire al menos 2,5 veces más altos que el estándar de seguridad. Desde 2016 se calculan más de cuatro millones de muertes relacionadas directamente con la contaminación atmosférica. 
  • Calentamiento global: La sequía y desertificación provocan la pérdida de 23 hectáreas por minuto de tierras cultivables; el nivel del mar ha aumentado 19 cm entre entre 1901 y 2010; la temperatura media mundial ha crecido cerca de un grado (0,85º) entre 1880 y 2012; se han multiplicado los fenómenos meteorológicos extremos; y la fauna y la flora se están viendo relegadas a zonas cada vez más pequeñas… El cambio climático nos está afectando a todos los niveles. 

Desde aquí, una vez más, llamamos a la concienciación con todos estos problemas que, aunque nos parezcan lejanos, nos afectan a todos. Podemos empezar por reducir el desperdicio de comida y el consumismo desaforado ahora que el Black Friday está muy cercano, previo a las celebraciones navideñas.