Limpieza de primavera, destierra también malos hábitos
marzo 29, 2023
Cambio de armario, nuevas frutas y verduras, sol, lluvia, brotes de vida por todas partes... El cambio de estación invita siempre a reflexionar sobre lo nuevo y lo viejo, sobre lo que tenemos y lo que, realmente, no necesitamos, y a hacer una buena limpieza de primavera. Seguramente los hogares de la mayoría de nosotros están llenos de muchas, muchísimas cosas.
En AUARA sabemos bien lo que es no tener ese problema, pues en las comunidades en las que trabajamos con nuestros proyectos sociales nos encontramos con muchas personas que, si ya carecen de agua, este líquido elemento imprescindible para la supervivencia, imaginemos cuántas otras cosas les faltan. No tienen ropa olvidada en cajones, ni juguetes con los que nunca jugaron, ni accesorios para un deporte que solo realizamos una o dos veces, ni comida que se pudre en nuestras alacenas porque ‘se nos olvidó’.
Y no nos olvidemos de la basura, un problema añadido de esta sociedad de consumo desmedido que no solo ensucia el mar y la tierra, sino que cada vez -igual que todos esos objetos en nuestras casas- ocupa más espacio en nuestras ciudades y las contamina. Pensemos también, por extensión, en la ‘basura’ de nuestra mente, todos esos malos hábitos y malos pensamientos que se van acumulando y no hacen sino perjudicarnos y no dejarnos ser empáticos y sostenibles.
Por todo ello, esta primavera queremos proponemos algunos consejos para limpiar y limpiarnos, para llevar una vida nueva y renacer tras el invierno, para ser más conscientes y, al mismo tiempo, disfrutar del mundo que nos ha tocado:
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Empieza por el armario: ¿Necesitas toda esa ropa? El cambio de temporada es un magnífico momento para elegir qué prendas puedes remendar, reconvertir y reutilizar, y cuáles ya no quieres. Extiende esta filosofía a la cocina, las estanterías, ¡el trastero! Deshazte (mejor si donas o regalas) de todo lo que haga más de un año que no usas. Contacta con organizaciones de ayuda de tu barrio o con embajadas de zonas en conflicto o que acogen a refugiados, ellos siempre necesitan recursos de todo tipo.
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Sigue por tu horario: Aunque sientas que ‘no paras’, seguro que en tu semana hay muchas horas perdidas tal vez en trayectos largos o con la mente en blanco mirando el móvil. Si te organizas, podrás encontrar una o dos horas en las que realizar algún trabajo voluntario (hay algunas ONG que permiten colaborar a distancia). Repartir tu tiempo ayudando a otros te hará valorar cosas nuevas y darte cuenta de que, al compartir el tiempo, éste se multiplica.
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El agua, claro: Necesitamos el agua, y necesitamos que se pueda disponer de ella, de manera limpia y accesible, en todas partes. Si reducimos nuestras duchas o realizamos un sistema de reciclaje para el riego de nuestro jardín estaremos ahorrando al planeta valiosos litros. Y, como hablamos de limpieza, revisa tus tuberías, desagües, grifos, cisternas para detectar bloqueos o fugas que puedan estar desperdiciándola. Haz lo mismo con la electricidad y otras fuentes de energía, hay muchos modos de ahorrarlas y de ser más eficiente.
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Contacta con la naturaleza: Abre las ventanas y permite entrar a la brisa y el sol, ambos son fuentes de energía y nos harán sentirnos más alegres y ligeros. También muchos seres vivos salen de su hibernación y crían en esta época: Es el momento de plantar y recibir la visita de insectos y pájaros. Aunque algunos nos parezcan molestos, recuerda que cada pequeño ser forma parte del ecosistema y que de la variedad de especies depende la supervivencia de muchas otras, tanto animales como vegetales.
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Planifica tus menús para evitar el desperdicio: Revisa bien tu nevera y tus alacenas, descubre latas o especias olvidadas en un rincón y sácalas a la palestra, apúntate a la cocina de aprovechamiento y dale una oportunidad a las ‘frutas feas’ que, en la mayoría de los casos están igual de ricas y pueden ser incluso más baratas.
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Limpia el aire, contaminando menos: Controla en lo posible tu huella de carbono cambiando el avión por el tren, o el coche por la bicicleta. Recicla y da preferencia a los envases y objetos reciclables y hechos de materiales reciclados, recuerda que cada gesto cuenta para respirar mejor.
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Aléjate de las relaciones tóxicas y practica el mindfulness: Estar con otras personas casi siempre suma a nuestro bienestar -compartir, conversar, socializar-, pero evita las que no lo hacen, porque eso llena tu mente de pensamientos circulares y baja la autoestima. Entrena tu mente para disfrutar el aquí y ahora, en cada momento y cada actividad. Ponte como reto al principio unos minutos al día y ve ampliando. Descúbrete y pasa más tiempo contigo, eso te hará sentirte más a gusto también con los demás.
En resumen: limpia, ordena, comparte y viaja más ligero por dentro y por fuera. Aprende estos buenos hábitos en primavera y prepárate para mantenerlos en las siguientes estaciones para sentirte mejor.