Cada día, millones de voluntarios en todo el mundo dedican su tiempo y esfuerzo para contribuir al bienestar de las personas que más lo necesitan y su inclusión en la sociedad, y también se implican desinteresadamente en la conservación del planeta y, en consecuencia, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas. Y cada año se reconoce su labor en el Día Internacional de los Voluntarios que se celebra cada 5 de diciembre desde 1985. Este día supone una oportunidad única para agradecer todo su esfuerzo y para reconocer sus logros, pero también para recordar que siempre hace falta más apoyo a la causa y más personas dispuestas a ayudar, ya sea de forma individual o a través de las ONG.
Puede que estas fechas navideñas despierten este espíritu solidario en nosotros más que otros momentos, así que aprovechamos para recordar la importancia de esta labor y os dejamos algunas ideas para que podáis desarrollarlo, si queréis, incluso cerca de casa.
Comida y alojamiento para los más necesitados
Desde hace unas semanas, muchos ayuntamientos de toda España han puesto en marcha la campaña para proteger a las personas sin hogar del frío. Es un buen ejemplo de voluntariado, que en este caso parte de las instituciones, pero cuenta con multitud de organizaciones que les prestan sus instalaciones y su tiempo para salvar a estas personas de sufrir una hipotermia debido a las bajas temperaturas.
En muchas ocasiones, los servicios sociales rastrean las calles de cada localidad para informarles y advertirles de los riesgos de dormir al raso, y esta es una labor que también podemos hacer nosotros en estas fechas y a título personal si nos encontramos con uno de ellos o sabemos que, cada noche, se instala entre cartones en el parque de al lado de nuestra casa o en una esquina recóndita de nuestro barrio. La ONG Bokatas, por ejemplo, también desarrolla esta labor, acompañando a personas sin hogar, utilizando el bocadillo para poder acercarse a ellos y dignificar su situación.
Y es que tan importante es ponerles a resguardo como darles de comer, a ellos o a las cientos de familias a las que el sueldo no les llega ni para este derecho básico y universal. De ahí la importancia de los comedores sociales, a los que acuden a diario miles de personas en nuestro país y que han visto multiplicada la demanda por la situación generada por la pandemia. Cada día son atendidos por los voluntarios que allí trabajan, como en Manos Ayuda Social, que se esfuerzan por elaborar los menús, cocinarlos y mantener las instalaciones, pero nosotros también podemos aportar nuestro granito de arena a este fin más allá de esta tarea, a través del Banco de Alimentos, por ejemplo.
Mayores y pequeños en el voluntariado
Y ya que hablamos de donar, qué mejor momento para las familias con hijos que hacer una reorganización de sus habitaciones, para compartir algunos de los juguetes con aquellos que más lo necesitan, en familias que estén pasando por un mal momento o llevándolos a las múltiples organizaciones o casas de acogida que los aceptan de buen agrado. Ésta además es una buena opción para hacer solidarios a los más pequeños de la casa desde bien temprano, involucrándoles en la elección de esos juguetes y dejando que nos acompañen a dejarlos en el lugar que hayamos elegido.
Después de hablar de las personas sin hogar, los niños y las familias más necesitadas, no podemos olvidarnos de la importancia de acompañar a las personas que viven solas, que suelen ser siempre los mayores. Sólo en España, hay casi 5 millones de ciudadanos en esta situación, por lo que creemos que dedicarles un poco de tiempo al día, a la semana o al mes no supone un gran esfuerzo. Esta es una de las opciones que ofrece la Fundación Promoción Social o Adopta Un Abuelo. Y tampoco de las personas con discapacidad, de las que tenemos mucho que aprender y a las que a su vez podemos enseñar. La labor de la Fundación A La Par es un buen ejemplo de ello.
Para aquellos que quizás no tenéis el tiempo suficiente, siempre está la opción de donar a alguna ONG de forma puntual o hacerte socio. Os dejamos algunos buenos ejemplos para ello a través de nuestros socios: SAUCE ONG, o la Fundación Esperanza y Alegría que además dispone de una tienda online solidaria.
Ser voluntario no es una tarea fácil, pero sí gratificante y reconfortante para todos aquellos que buscan vivir en un mundo mejor y más solidario y que además están convencidos de que, con un pequeño gesto, pueden hacer grandes cambios. Desde AUARA sabéis que compartimos vuestras inquietudes de ayuda y colaboración todo el año y sabemos que el mejor regalo es hacer sentirse bien a otros, no dejéis de practicarlo.