Energías Renovables: ¿Merecen la pena?
Como diría Gustavo Adolfo Bécquer… ¿Y tú me lo preguntas?...
La respuesta parece bastante obvia y contundente… Por supuesto que SÍ.
Veamos cuatro razones por qué:
1. Utilizar fuentes renovables para producir energía es cada vez más barato y competitivo, como lo están demostrando los precios de venta de electricidad que los productores de electricidad están ofreciendo en casi todos los lugares del mundo.
Ya hemos hablado en alguna otra ocasión sobre la evolución en los últimos años de las energías renovables y de la espectacular bajada de precios que se ha producido en este sector en las diferentes tecnologías más extendidas comercialmente (solar y eólica principalmente).
2.
La sensibilización con el más que evidente problema que el cambio climático está calando en la conciencia de la mayoría de la población que se está dando cuenta de que “todo suma” y que por poco que cada uno haga a nivel individual el impacto global puede llegar a ser enorme. Cada vez se mira con más recelo a las fuentes tradicionales de energía y la gente se está dando cuenta de que las energías renovables pueden ser una alternativa fiable, factible y al alcance de todos.Cada vez es más difícil pensar en países, reguladores o gobernantes que no se planteen contemplar las fuentes de energías renovables a la hora de planificar las soluciones de planificación energética a corto y medio plazo.
Producir energía renovable a gran escala hoy en día resulta interesante y rentable y se ha convertido en una alternativa a tener en cuenta de cara a la sustitución de gran parte de la capacidad instalada que a lo largo de los próximos años será necesario sustituir al ir alcanzando el final de su vida útil.
3. El modelo energético de la humanidad está girando hacia una nueva realidad donde los antiguos “clientes” de las grandes compañías energéticas se están convirtiendo en “prosumidores” (productores y consumidores) que tienen mucho que decir a partir de ahora.
El papel pasivo que todos teníamos ante el consumo de energía se está convirtiendo en un rol absolutamente activo donde cada uno a nivel individual, podrá elegir cómo usa la energía que consume en función del precio, su origen o sus necesidades concretas.
A este cambio de mentalidad están contribuyendo de manera decisiva las energías renovables, en combinación con los sistemas de almacenamiento de energía, cuyas características encajan perfectamente con este nuevo paradigma.
Evidentemente, no todo el mundo puede llegar a convertirse en productor de su propia energía. No todo el mundo dispone de un lugar “físico” donde colocar unos paneles fotovoltaicos, ubicar un molino de viento o realizar una instalación geotérmica, pero sí tendrá la capacidad de decidir qué tipo de energía quiere consumir, en función de su origen.
4. Hoy en día, ya existen muchas iniciativas de venta de energía “verde”, (que no se diferencia de la energía “marrón” más que en su origen, puesto que procede de fuentes limpias) y cada vez más estas opciones estarán más disponibles. En España, hoy en día, existen más de 30 comercializadoras de energía únicamente verde y sostenible al alcance de nuestras manos que ofrecen energía 100% renovable y libre de emisiones.
Entre estas, debemos distinguir entre pequeñas empresas comercializadoras y cooperativas de consumidores de energía, que toman sus decisiones estratégicas de manera democrática, fomentando la implicación de los usuarios, tanto sobre el uso de la energía como sobre los impactos en el medioambiente.
En resumen, y respondiendo a la pregunta… Claro que merecen la pena las energías renovables. No sólo por las ventajas ambientales que trae aparejada su utilización sino también porque encajan perfectamente con las nuevas tendencias de consumo que se están imponiendo en todo el mundo, donde el antiguo “cliente” se está implicando cada vez más a la hora de tomar sus decisiones de consumo.
