El efecto AUARA

febrero 24, 2016

El efecto AUARA

Me uno.

Hace tres años que decidí reinventarme profesionalmente. Tras muchos años aportando a la sociedad mi contribución a construir una sociedad mejor con mi trabajo, se me ocurrió que había que cambiar el mundo.

Y descubrí la Responsabilidad Social.

Me involucré en un proyecto profesional de consultoría que ocupa mi cabeza. Pero cambiar el mundo se hace con la cabeza y con el corazón.

Y descubrí AUARA.

Uno puede enfocar su manera de cambiar el mundo adquiriendo poder haciéndose político, pero no está el horno para bollos y yo no valgo para hacer las cosas posibles imposibles, como suelen hacer los políticos.

Y decidí intentar hacer posible lo imposible.

Qué mejor manera de enfocar esa contribución que aportando mi saber hacer profesional y mi corazón a un proyecto como AUARA. Me uno para intentar que se hagan las cosas mejor, algo a lo que me he dedicado profesionalmente durante años. Y como dijo Chesterton, escritor y periodista británico de principios del siglo XX: “lo que merece la pena ser hecho, merece la pena ser bien hecho”

Voy a contribuir desde su nacimiento a hacer una mejor AUARA, a que sea un proyecto más sostenible. De este manantial que es AUARA brota un proyecto cristalino, una iniciativa de empresa social que ha contagiado mis entrañas como para dedicarle mi apoyo como se merece. Parte de mi tiempo a partir de ahora será suyo, compartiendo con un equipo excelente la ilusión de algo que nace para instalarse en todos los que trabajamos para llevar agua a quien la necesita. Porque llevarles agua es esperanza, es oportunidad para facilitar el desarrollo de una gente que lo necesita como el beber.

Vamos a crear entre todos el efecto AUARA, que provoca que comprando agua aquí, estemos dando oportunidades allí a los destinatarios de nuestros proyectos. Voy a ayudar a poner agua AUARA a disposición de quien quiere cambiar el mundo con nosotros.

Transformaremos el agua de los que disfrutamos de desarrollo, en esperanza para los que quieren conseguirlo, canalizando los deseos de convertir la pobreza en ilusión para quien la necesita. AUARA no pretende lavar las conciencias de los que disfrutamos de agua, pero si limpiar el camino de los que necesitan oportunidades, aliviar la sequía de la pobreza y calmar la sed de desarrollo. Estas líneas son una declaración de compromiso con el proyecto, del que espero hacerme merecedor de trabajar por el durante mucho tiempo.

Yo quiero cambiar el mundo con AUARA.

Me uno.

¿A quién se lo vas a contar?