El agua, las mujeres y salir de la pobreza

octubre 14, 2020

El agua, las mujeres y salir de la pobreza

El 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Sí, en el siglo XXI todavía hay más de 800 millones de personas en el mundo que viven en lo que se denomina pobreza extrema, con menos de 1,25 dólares al día, y muchos otros que sin llegar a ese nivel, también sufren enormes carencias. Aunque la gran mayoría sigue estando en Asia meridional y el África subsahariana, también, posiblemente, haya algunos mucho más cerca de lo que piensas. ¿Las causas? Falta de alimentos, conflictos armados, economías deprimidas, desigualdad, ¡también falta de agua! Y es que, aunque los recursos del planeta se ven cada vez más reducidos por la superpoblación y el mal  uso que hacemos de los mismos, el problema no es únicamente la falta de comida en sí, sino un mal reparto de medios financieros y tecnológicos, de educación, medicina y justicia, de protección de los derechos humanos en general. 

Este año, el tema de este día internacional está centrado en el objetivo de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas, dos conceptos tan íntimamente relacionados como el desarrollo laboral y el agua, como el alimento y la igualdad de género, como la contaminación y los problemas de salud. Al mismo tiempo, en todo el mundo se ven ejemplos de cómo muchas veces, esas personas que rozan el umbral de la pobreza, son quienes actúan en respuesta al cambio climático o a desafíos medioambientales como la desertificación, y que, con un poco de ayuda y sus ganas y su esfuerzo, consiguen grandes metas. Nos gustaría contaros en esta ocasión un precioso ejemplo de ello: 

La maravillosa transformación de Sansí Gandó

En Sansí Gandó, un pueblo al este de la Comuna de Nikki, en Benín, apenas a 10 km de la frontera con Nigeria, el ritmo de vida de sus familias ha dado un giro de 180º en los últimos 4 años.

Un pueblo, como tantos otros, que no reciben la atención que deberían de los gobiernos regionales y alejados de las ayudas de los organismos internacionales, pero que, sin embargo, gracias a su esfuerzo, constancia y trabajo, están labrando un futuro prometedor.

Sansí Gandó lleva trabajando en colaboración con las Hermanas Terciarias Capuchinas de Nikki varios años, y siguen sus consejos para seguir evolucionando.

Gracias a este acompañamiento y a la buena relación que tienen las Hermanas con la ONG OAN International, las mujeres de Sansí se unieron a una de las iniciativas que desarrolla esta ONG, NIKARIT. NIKARIT es un proyecto cuyo objetivo es contribuir al empoderamiento y la mejora de las condiciones de vida de las mujeres productoras de manteca de karité (bálsamo hidratante para piel y pelo) a través de la comercialización de este producto. El objetivo es eliminar las barreras de acceso al mercado internacional a las que las mujeres productoras de manteca de karité deben enfrentarse, a través de un modelo de negocio responsable y sostenible. Con el aumento de los ingresos, las mujeres productoras ganan autonomía y mejoran sus propias condiciones de vida y la de sus familias, convirtiéndose en el motor de cambio de sus comunidades.

Con el trabajo conjunto entre el pueblo y NIKARIT, se detectó uno de los principales problemas y limitaciones que tenía Sansí Gandó, la falta de un punto de agua potable y cercano al pueblo. La instalación de una bomba permitiría, entre otras cosas, que aspectos tan básicos, como la salud, la higiene, alimentación, así como la eficiencia en el desarrollo de cualquiera de las actividades productivas del pueblo, mejorarían. Fue así como, tras identificar y conocer de primera mano esta historia, AUARA quiso formar parte de la transformación de este pueblo beninés. Sin dudarlo, decidió volcar todo su apoyo en esta labor, poniendo todos los medios necesarios para dotar a Sansi Gandó de una bomba manual en el mismo centro del pueblo.

Comenzaron entonces las actividades de construcción del pozo, así como la instalación de la bomba, lo que ha supuesto un revulsivo inimaginable y excepcional para Sansí Gandó.

Desde la instalación de la bomba, el ambiente, la energía y el espíritu de vida que se respira en el pueblo son otros. La actividad de sus gentes, la ropa limpia y colorida tendida y secándose al sol que llena de color todo el entorno con los maravillosos estampados de los vestidos, las risas de los niños y los cantos de las mujeres… es una alegría llegar al pueblo; ¡Sansí tiene más vida que nunca y en gran medida se debe a que el agua ha sido el medio que todo ha facilitado e impulsado!

La noticia de esta preciosa transformación, acompañada sin duda del increíble esfuerzo y trabajo que los cerca de 400 habitantes del pueblo están realizando, ha llegado a kilómetros de distancia, y la propia Asociación de Karité de Benín (AKB), organismo que regula e impulsa las actividades de las cooperativas de mujeres productoras de karité en el país, ha puesto su foco en su buen hacer, queriendo beneficiar a la región con 60 pies de karité. Árboles en etapa de crecimiento que, con un buen cuidado, en el futuro permitirán al pueblo aumentar su producción y sus ingresos.

En el último año, con las fuertes lluvias ocurridas en el norte de Benín, Sansí Gandó perdió el edificio en el que guardaban el molino para moler la nuez y donde se almacena el fruto para el secado, así como la manteca para su empaquetado.

Gracias a la comercialización de NIKARIT en España, y la reinversión de los beneficios generados por la venta del producto, se ha podido financiar parte de la construcción de un nuevo almacén, con materiales de mayor calidad.

Fruto de su esfuerzo, constancia y trabajo, Sansí está alcanzando grandes logros, y el futuro que les espera, sin duda, parece prometedor.

Por nuestra parte, con todo este empuje arrollador que están demostrando, sólo podemos seguir ofreciendo nuestro máximo apoyo para acompañarles en la consecución de cada una de sus metas.

Ayuda sí, pero sobre todo esfuerzo, constancia y trabajo. Una demostración entre muchas de que el desarrollo sostenible no solo es posible, sino que de él depende el futuro del planeta. 

Comparte tus historias y tus propuestas para la erradicación de la pobreza con el hashtag #EndPoverty o #AcabarConLaPobreza.