Hoy, 21 de septiembre, celebramos el Día Internacional de la Paz. Si echamos un vistazo rápido a la situación que se vive en muchos lugares del planeta puede resultar pretencioso, e incluso irónico, celebrar un día de la paz. Sin embargo, es un día que sirve para poner encima de la mesa una serie de cuestiones a debatir que refuercen el ideal de paz entre las diferentes naciones y, sobre todo, entre los diferentes pueblos.
Desde la ONU, este año 2016 proponen como tema: “Objetivos en el Desarrollo Sostenible: Los cimientos de la Paz”. Una manera práctica y viable de ir superando los escalones que permitan un avance simultáneo en el mundo. Un pistón que empuje y apoye desde abajo el desarrollo para que nadie se quede atrás.
¿Qué son estos Objetivos en el Desarrollo Sostenible? Se trata de un total de 17 objetivos que fueron aprobados por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas en una cumbre histórica en Nueva York el pasado año 2015. En esta cita se desarrolló una nueva y ambiciosa agenda para 2030 en la que los líderes mundiales hacen un llamamiento al esfuerzo para lograr estos objetivos durante los próximos 15 años. (Hacer click en la imagen para conocerlos a fondo)
Hablamos de unos objetivos que ponen la mirada en acabar con la pobreza, proteger el planeta y asegurar con todo ello un futuro próspero. Se pretende que estos objetivos se conviertan en piedra angular que refuerce la idea de alcanzar una paz duradera. Como se ha podido observar a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, especialmente en la Unión Europea, los lazos entre la paz y el desarrollo son interdependientes y se refuerzan mutuamente.
En un contundente discurso, el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon resumió estas ideas en una sola frase: “Los 17 objetivos para el Desarrollo Sostenible son un contrato social y humano de los líderes mundiales con las personas. Una lista de propósitos (to-do list) claros como cianotipo del éxito para las personas y para el planeta”. Rimbombantes palabras del surcoreano que envolvieron su proyecto más esperado. Quizá el único durante su mandato (que está a punto de terminar) a la altura de un Secretario General tras los sucesivos fracasos a la hora de afrontar la terrible crisis mundial de refugiados.
La sostenibilidad supone cumplir con las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Retos actuales como la pobreza, el hambre, la escasez de agua, la desigualdad social, la corrupción y el racismo o la xenofobia son fértiles caldos de cultivo para el conflicto. Reducir estas variables lo máximo posible será clave en la consecución de una paz que perdure, y es ahí donde el desarrollo sostenible contribuirá de forma decisiva.
Cada uno de estos 17 Objetivos al Desarrollo Sostenible es un ladrillo en la construcción de una arquitectura global de paz. Movilizar los medios para dar consistencia a estos ladrillos es una labor que depende de cada persona, incluyendo entre estos medios los recursos financieros y la transferencia de desarrollo tecnológico. Esta aportación no será, de ningún modo, ciega. Si los proyectos son acometidos con estructura de sociedades, cada uno los integrantes de las mismas logrará su propio beneficio individual gracias al trabajo en equipo.
La campana japonesa de la paz
Os invitamos a uniros a la celebración de este día Internacional de la Paz con un minuto de silencio y el tañido de la campana que Japón regaló a la ONU en el año 1954. Un tañido como símbolo de unión y de buenos propósitos. Si logramos que todos tengamos algo que perder, si se margina al que use la violencia en lugar del diálogo, la paz dejará de sonar un objetivo utópico. No creemos en unicornios, creemos en las personas. Únete.