Cada año miles de personas en todo el mundo se deciden a dar un paso para ayudar a los demás. A veces es un gesto tan simple como llevarle la compra al vecino, ayudar en el comedor social del barrio o dar clases gratuitas a estudiantes sin recursos. Otras, una simple sonrisa o un gesto amable con la persona que tienes al lado sirve para alegrarle el día o ayudarle a seguir hacia delante, y es que las formas de mejorar la vida de la gente son muchas y muy variadas. Esta semana queremos destacar la labor de un colectivo muy especial y necesario, el del cooperante, cuyo día se conmemora este jueves 8 de septiembre como reconocimiento a su trabajo por el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza entre la población más vulnerable del planeta.
En esta ocasión, la elección de la fecha tiene un porqué, y es que coincide con el día en el que, hace 22 años, un grupo relevante de dirigentes mundiales se reunieron en la sede de Naciones Unidas en Nueva York para aprobar la Declaración del Milenio. Supuso la primera alianza a nivel mundial para reducir los niveles de pobreza extrema, a través de los Objetivos del Desarrollo del Milenio en 2015.
Y este es precisamente el trabajo que desarrollan los cooperantes en los países en desarrollo en los que están presentes, brindando ayuda humanitaria allá donde lo necesitan para organizar, impulsar e impulsar las acciones necesarias que les permitan seguir avanzando en su progreso.
Casos reales sobre el terreno
Entre las afirmaciones de los miles de cooperantes que hay distribuidos a lo largo y ancho del planeta, se repiten algunas palabras o frases como entendimiento, satisfacción, mejorar de la calidad de vida, relaciones humanas, enseñar, aprender, lecciones de vida, y un largo etcétera.
Se trata al fin y al cabo de una forma de asumir la vida y el compromiso con una o varias causas y llevarlo a la práctica. En AUARA colaboramos con organizaciones asentadas en los países donde realizamos nuestros proyectos que, sin su ayuda, no podríamos llevar a la práctica. Hoy compartimos algunas de ellas para rendirles un pequeño homenaje en este Día del Cooperante.
Sauce: su cooperación para el desarrollo se basa en la protección y el respeto de los derechos humanos, la participación e integración social de la mujer y la defensa de los más vulnerables, con especial atención a los menores. Su fundador, Monseñor Kike Figaredo, ha dedicado toda su vida a trabajar por los más necesitados en Camboya.
África Directo: sus fundadores comenzaron su trabajo en Malawi pero, tras 8 años de cooperación, ampliaron su labor a otros países del continente. Su objetivo principal es el de ayudar al desarrollo y evolución de cada nación o pueblo con los que trabajan, respetando al máximo su cultura e instituciones.
Manos Unidas: es quizá una de las ONG más conocidas en España. Su principal objetivo es la lucha contra el hambre, la pobreza, el subdesarrollo y las causas que lo producen en los países del tercer mundo. Para ello desarrolla su trabajo desde hace más de 60 años con el foco puesto en la ayuda, promoción y desarrollo de estas poblaciones.
Fundación Suma Humanitate: su labor consiste fundamentalmente en mejorar con la cooperación las condiciones de vida de las poblaciones más desfavorecidas de África, América y Asia. Para ello promueven programas de desarrollo local y campañas de sensibilización para llegar a satisfacer las necesidades más básicas de las comunidades.
Ongawa: Su objetivo a cumplir es el de poner la tecnología al servicio del desarrollo humano y de la lucha contra la pobreza. Persigue este fin gracias a la ayuda de los más de mil socios y cientos de voluntarios con los que cuenta, además de 50 profesionales del sector, para construir una sociedad más justa y solidaria.
¿Cómo podemos ayudar?
Son sólo algunos ejemplos de la cantidad de proyectos que se pueden llevar a cabo dentro de la cooperación para ayudar a los más desfavorecidos pero, como decíamos al principio, un pequeño gesto a veces sirve para cambiar la vida de las personas que nos rodean. Ayudar a los demás pasa por acciones como unirse a una ONG para hacer algún tipo de voluntariado, en el extranjero o en nuestro país de origen, pero también podemos aportar nuestro granito de arena con iniciativas que se pueden desarrollar desde casa. Incluso el simple hecho de compartir el hastag #DíaDelCooperante sirve para aportar y rendir homenaje a la labor de estas personas.