Y de repente naces…No sabes ni cómo, ni por qué, pero aquí estas, en el mundo.
La vida es un regalo, y como tal, merece ser compartido. COM-PARTIR. Parte un trozo de ti, con alguien. Qué mejor que una persona que lo necesite. Un amigo, un hermano, un desconocido.
Yo, en un día tan señalado, os propongo compartir: tiempo. El tiempo es lo único que no podemos frenar, ni comprar. Es lo mejor que podemos ofrecer. Cuando empleas tu tiempo, te das a ti mismo.
El tiempo es la mejor expresión de amor. Tiempo para ti y por supuesto tiempo para los demás.
¿En qué podemos dar tiempo? Escuchando, acompañado, aportando energía, para mí, el voluntariado es la mejor expresión de amor.
Hay miles de ejemplos y organizaciones y yo tengo la suerte en mi día a día que cruzarme con personas que el voluntariado les cambió la vida.
“Pruébalo, no te arrepentirás” palabras de Paco Arango en la feria Volunfair. Él lo probó un día gracias a un amigo, comenzó a ir un día a la semana, y rápidamente pasó a todos los días de la semana desde hace 16 años. Desde aquella experiencia, nace la Fundación Aladina y cada día ofrece su tiempo a niños con cáncer. Ha hecho de su darse a los demás, su vida.
Nos invita simplemente a ofrecer nuestro tiempo, una hora a la semana… acompañar a niños que están en un hospital durante muuuchas horas de su vida, que pasada ver que alguien te acompaña un rato al día y juega contigo, como un hermano.
“El voluntariado no son 8 horas y luego me voy de copas. Es entregarse” palabras de Kike Figaredo misionero en Camboya, que cambia la vida de cientos de personas gracias al cariño que ofrece a personas que han sufrido accidentes por minas antipersona. Es una actitud, una forma de vida. Vida que no significa romper con todo, sino de llevar una vida de forma coherente.
Me quedo con una frase:
“No podemos arreglar la vida de la gente, pero sí alegrarla un poquito. Recibimos la vida como un regalo y hay que regarla a los demás” Kike Figaredo.
Te animo a sacar unas horas del día y un rato para los demás. Cerca de tu casa, en un hospital, en una residencia de ancianos, en un hogar para niños que sus padres no pueden ocuparse de ellos… sal un poco de tu día a día y ofrece un poco de tu alegría. Luego verás que esa alegría se te devolverá multiplicada por 5.
Eso sí es AMOR puro, sin esperar nada a cambio. Seamos realistas, amar a tus padres, a la persona con la que compartes tu vida, es sencillo (casi siempre), te dan o te han dado mucho, pero de primeras, dar el primer paso, salir de tu comodidad y superar esa barrera, es brutal.
¿Te unes?
#felizdíadedartutiempo