Adiós al plástico de un solo uso, por fin...

julio 07, 2021

Bolsa de plástico flotando en el mar

Aunque parecía imposible, la gran mayoría de nosotros nos hemos acostumbrado a ir a la compra con nuestras bolsas reutilizables y a primar los productos que nos venden en envases reciclados o reutilizables. El plástico ha pasado de ser ‘el chico para todo’ hace unas décadas a empezar a ser relegado por cuestiones medioambientales. No podemos negar sus virtudes: es maleable, barato, higiénico…, pero tan contaminante, y durante tanto tiempo, que por fin empezamos a darnos cuenta, como sociedad, de que no compensa en absoluto.

El plástico, como ya sabemos, proviene del petróleo, una materia prima cada vez más escasa y sujeta a enormes fluctuaciones económicas. Además, se emite una gran contaminación en el proceso de transformación, casi tanta como la que producen esos plásticos una vez han salido al mercado: tardan muchísimo en degradarse y, cuando lo hacen, se descomponen en los temidos microplásticos que vuelan en todas direcciones y podemos incluso llegar a respirar o a comer porque acaban contaminando también a nuestros alimentos. 

Coincidiendo con el Día Internacional libre de Bolsas de Plástico, desde el 3 de julio han entrado en vigor las nuevas medidas para la reducción de plásticos impuestas por la Unión Europea, que prohíben la venta de cualquier producto fabricado con plástico oxodegradable (complementado con aditivos específicos), con microesferas de menos de 5 milímetros: bastoncillos de algodón, pajitas, cubiertos y platos de plástico, el palo de los globos...

En AUARA siempre hemos pensado que la mejor manera de vencer al plástico es unirnos a él. Y ya que no podemos destruirlo ni hacer que desaparezca, desde nuestros inicios apostamos por su reutilización. Estamos orgullosos de poder contar que en nuestros cinco años de trayectoria hemos logrado dar una segunda vida a un total de 14,6 millones de botellas de plástico, lo que ha supuesto un ahorro de más de 549.343 litros de petróleo al medio ambiente. Y así lo hacen también muchas otras empresas que reciclan o que empaquetan sus productos en envases reciclados, o incluso que hacen de ese plástico su materia prima. Aquí os dejamos algunos ejemplos a seguir:

  • Muebles urbanos reciclados: La empresa Solteco utiliza como materia prima los plásticos no reciclables o de rechazo, que están destinados a la incineración o el enterramiento en vertederos, y los transforma en madera plástica que utiliza para mesas, bancos para exterior, jardineras, vallas, atriles para información turística...
  • Ropa: Ya hemos mencionado aquí a Ecoalf, la marca española de moda en prendas de poliéster reciclado. Pero son muchas más las que se están uniendo a este movimiento, como la propia Adidas, que ya tiene en el mercado millones de zapatillas realizadas con plástico reciclado y que ha anunciado que este será el único material que use a partir de 2024.
  • Accesorios: Ekomodo recoge, recicla y reutiliza el plástico transformándolo en bolsos, mochilas, bolígrafos, cuadernos… Podemos seguir ‘arreglando el mundo’ desde una oficina totalmente sostenible.
  • Tecnología: En nimble son conscientes de la sobrecontaminación que la evolución tecnológica ha provocado, y se proponen equilibrar la balanza con sus cargadores, carcasas y accesorios tecnológicos sostenibles y fabricados, en gran parte, con plásticos reciclados.

Sigue la estela libre de plásticos, y si se cruzan en tu camino, que lo harán, asegúrate de reutilizarlos tantas veces como puedas y, después, enviarlos a un sitio mejor: una planta de reciclaje donde eviten la creación de otros nuevos.