25 años cultivando una cultura de PAZ

septiembre 16, 2024

25 años cultivando una cultura de PAZ

No solo pérdida de vidas humanas, también pobreza, hambrunas, desplazamientos masivos de refugiados sin casa, sin trabajo, sin perspectivas y, lo que es peor, odio a largo plazo, mucho después de que haya acabado. Aunque es cierto que siempre ha habido guerras -desgraciadamente, desde el mismo principio de los tiempos - hoy vemos (o cerramos los ojos a ella) la destrucción en directo. Los conflictos bélicos son el origen de la decadencia y destrucción de la humanidad, con la diferencia de que hoy vivimos en un mundo globalizado donde no solo la información, sino también la polarización y esos problemas o conflictos pueden viajar de una punta a otra en segundos.  

La PAZ, así con mayúsculas, es un concepto ideal de bienestar que, en teoría, se busca pero que en la práctica necesita aún mucho trabajo por parte de todos los sectores de la sociedad, y hablar de ella es el primer paso para lograrla. Aunque el Día de la Paz data de 1981, no fue hasta 2001 en que la Asamblea General designó, por unanimidad, este día como un periodo de no violencia y alto el fuego en la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz. Se celebra por tanto este 2024 el vigésimo quinto aniversario de la fecha en que Naciones Unidas especifica que la paz no es solo la ausencia de conflictos, sino un proceso dinámico, positivo y participativo de diálogo, entendimiento y colaboración. 

El lema de este año es Cultivar una Cultura de Paz y es que, la idea de la paz debe estar presente en todos los ámbitos. Desde AUARA estamos convencidos de que ese esfuerzo debe partir de lo más pequeño. Y es que a veces un simple gesto positivo puede cerrar viejas heridas. La Madre Teresa de Calcuta decía que "La paz comienza con una sonrisa". Veamos qué podemos hacer desde nuestro pequeño reino individual para lograr la paz en el mundo:

  • Conversa, comenta, debate: El cambio empieza con una palabra. Habla sobre ello en tu entorno familiar, laboral, de amistades, y abre tu mente para escuchar activamente las ideas y opiniones de otros al respecto. 
  • Aprende y enseña: Conocer el mundo y sus circunstancias es el primer paso para entender y abrir la mente. Lee, asiste a eventos, estudia. Mantente informado de lo que pasa y por qué pasa, y traslada ese conocimiento a tus hijos y/o alumnos. 
  • Cultiva relaciones sanas y cordiales: La diversidad es la clave del progreso, y por eso lo diferente (a nosotros, recuerda que, en otras circunstancias, el diferente serás tú) es rico y no negativo. Tolerar y avanzar. Mientras más conocemos las motivaciones y sentimientos del otro, menos pelearemos. 
  • Plántate frente a los discursos de odio y a la discriminación: Callar puede ser una forma de consentir. Mira a tu alrededor y denuncia o, al menos, defiende, ante cualquier situación de este tipo.
  • Verifica siempre: Desgraciadamente en redes sociales y otros canales digitales se pueden encontrar multitud de hechos y situaciones falsos (ataques de discriminación no reales, imágenes de zonas de conflicto retocadas, discursos de personas públicas creados con inteligencia artificial…). Si decimos que compartir una visión de paz es fundamental, lo es igualmente no compartir una visión falsa cuyo único objetivo es agitar y dividir. 
  • Apoya a empresas conscientes y transparentes: Los productos de proximidad, los procesos certificados, la energía verde y el control de emisiones, el respeto a los derechos laborales y humanos son muestra de una voluntad para la paz. Lo contrario, aunque no lo creamos, contribuye a crear conflictos (un río contaminado en el otro lado del mundo por una fábrica puede hacer que los habitantes de la zona tengan que desplazarse, que tengan problemas para cruzar fronteras, que luchen por sobrevivir…).
  • Colabora activamente: Como voluntario en organizaciones de ayuda humanitaria o donando productos o pequeñas cantidades de dinero. Todo suma para un mundo más pacífico.

El respeto a la vida, a los derechos y libertades fundamentales. La justicia, tolerancia, solidaridad, diversidad cultural. Compartir los recursos también, como el agua, el aire o la energía que, igual que la flora y la fauna, son de todos los habitantes del planeta sin discusión. Este Día Internacional de la Paz, y todos los días, plantemos juntos las bases de la convivencia pacífica, y hagámoslo desde la cultura y la educación, porque "Si queremos un mundo de paz y de justicia, hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor" (Antoine de Saint-Exupéry). Y porque nuestra supervivencia como especie depende de ello. 

 Afiche del día de la paz 2024