¿Qué sabes hacer? Hazlo como voluntario
julio 01, 2024
Se calcula (es difícil dar una cifra exacta) que puede haber más de 1.000 millones de personas que realizan algún voluntariado en el mundo. Desde dar clases a niños desfavorecidos hasta limpiar una playa. Solo en España, según la PVE (Plataforma del Voluntariado de España) se cuentan 4,5 millones de personas mayores de 14 años, y creciendo.
Y aunque muchos lo hacen durante todo el año, es en estos meses de verano cuando tal vez más personas se plantean la posibilidad de dedicar parte de su tiempo libre a los demás o al cuidado del medio ambiente. Para colaborar en ayuda humanitaria no hace falta tener ninguna habilidad especial, suelen ser más importantes la empatía, la conciencia, el espíritu social y, por supuesto, las ganas. Pero también hay muchas áreas donde la experiencia no solo es un grado, sino que es fundamental, como por ejemplo la medicina o la construcción. Y, como ayuda y colaboración desinteresada hacen falta siempre, veamos algunos sectores en que un voluntario ‘profesional’ puede realmente marcar la diferencia:
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Ingeniería: Montar un sistema fotovoltaico, diseñar un taller y fábrica de reciclaje, innovar en un modelo de aseo portátil (y muy barato) que se puede utilizar en poblaciones remotas… Algunos de estos proyectos han sido ideados y llevados a cabo por ingenieros y estudiantes de ingeniería que colaboran con la Fundación de Ingenieros ICAI de manera voluntaria. Las comunidades más desfavorecidas del mundo también pueden beneficiarse del progreso, de la innovación y del conocimiento de quienes imaginan, diseñan, construyen para hacernos la vida más fácil a todos.
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Medicina: La sanidad es una de las mayores carencias en muchos países, tanto por falta de oportunidades de educación como de recursos. Operar, anestesiar, diagnosticar, vacunar… ¿Quién sino un médico titulado puede hacerlo con garantías? Médicos sin Fronteras es la organización más conocida, pero muchas otras, así como centros sanitarios de todo el mundo, ofrecen ayuda voluntaria en distintas materias y lugares. Si tienes algún estudio sanitario considera ofrecerlo, junto con parte de tu tiempo, allí donde se necesite.
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Profesores: Aunque casi cualquiera puede enseñar a otros los fundamentos básicos de un idioma o de la aritmética, una formación específica en las materias es fundamental para poder ofrecer a los alumnos, en este caso personas sin recursos y sin acceso a los canales reglados, una educación rigurosa y de calidad. Profesores Cooperantes es un ejemplo de cómo desde la educación para el desarrollo se puede hacer mucho.
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Científicos: Compartir el conocimiento o investigar directamente de forma voluntaria. La Asociación Española Contra el Cáncer, sin ir más lejos, es una de las entidades que se apoya en el trabajo de los voluntarios para impulsar la difusión y el desarrollo en esta materia.
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Abogados: Hacer cumplir y proteger los derechos humanos y otros derechos fundamentales es algo que, muchas veces, se dirime en los tribunales. Abogados Sin Fronteras Mundi es una de las organizaciones que, sin ánimo de lucro, ofrecen los conocimientos legales necesarios para llevarlo a cabo.
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Universitarios en general: Cultura, ganas de aprender sobre el mundo y conciencia social son algunos de los valores que caracterizan a cualquier estudiante universitario, sea de derecho, de biología molecular o de matemáticas. En OANInternational, por ejemplo, pueden encontrar la forma de colaborar como voluntarios, en este caso en Benín.
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Administración de empresas (o de organizaciones no gubernamentales): Si bien carecen del ánimo de lucro propio de las empresas, las ONG también necesitan una buena gestión para que funcionen de la mejor manera y realicen con éxito su propósito. Ya existen incluso titulaciones específicas en Dirección y Gestión de ONG o Gestión Directiva de Organizaciones No Lucrativas. Una mente capacitada para la gestión supone un salto cualitativo en muchas de estas organizaciones que a veces se basan más en el propósito de ayudar que en el cómo hacerlo.
Varios de nuestros partners ofrecen puestos para voluntarios de distinto tipo de cualificación y duración. También son muchas las empresas que realizan estas labores ‘pro-bono’ allí donde se necesitan. En estos casos el trabajador puede recibir o no una remuneración de la empresa por su labor, pero el servicio se realiza siempre de forma desinteresada. Así que, tanto si eres un profesional en alguno de estos campos como si no, el voluntariado que puedas ofrecer es siempre un regalo para el mundo y para tí mismo, porque te ofrece una valiosa oportunidad de aprender nuevas habilidades, conocer el mundo y contribuir positivamente a la sociedad.
Y si lo tuyo es emprender, no descartes hacerlo como empresa social. En AUARA, que nacimos con esta visión de ser una empresa, funcionar como tal, y dedicar todos nuestros beneficios a labores en este caso para llevar agua allí donde se necesita, sabemos que, siendo más rentables, conseguimos más impacto y eso no tiene precio.